miércoles, 9 de marzo de 2016

Òrìsà Òsányìn

Kò sí ewé kò sí òrìsá Sin hojas no hay òrìsá La palabra Òsányìn, se deriva de las palabras yorubás: ò (quien), sán (mejorar la salud), yìn (hacer fuego), o sea, "quien mejora la salud haciendo fuego". Òsányìn es la entidad o divinidad de las plantas medicinales, su importancia es primordial, ninguna ceremonia dentro del Ifismo puede hacerse sin su concurso, él es el detector de la fuerza, la vitalidad y el poder de realización, sin el cual las divinidades no pueden pasarse. Esta energía reside en varias hojas y hierbas, el nombre de estas hojas y plantas y su empleo es la parte más secreta en el ritual del culto de los Òrìsàs. Cada divinidad tiene sus hojas y plantas particulares, el empleo de una hoja contraindicada pudiera tener efectos nefastos, la recolección es hecha con extremo cuidado. Siempre en un lugar salvaje, maleza o bosque donde las plantas crecen libremente, las que son cultivadas en jardines deben ser desechadas porque Òsányìn vive en el bosque. Los sacerdotes de este Òrìsà se levantan temprano en la mañana sin haber tenido relaciones sexuales el día anterior y se dirigen al bosque sin saludar a nadie que encuentre a su paso. Ofrecen encantamientos para arrancar las hojas, raíces, cortezas de las frutas y deposita antes de salir del bosque su ofrenda a la deidad, que incluye monedas, cauries, etcétera. Estos sacerdotes conocen las hojas que usarán indistintamente, entre ellas podemos señalar que hay hojas dotadas de virtudes tales como, hoja de la fortuna, de la felicidad, de la alegría, de la fecundidad, de la gloria, de la suerte, la frescura, la flexibilidad, la paz, la longevidad, el coraje, las vestimentas, del cuerpo, de los pies, etcétera. Pero también hay hojas de la miseria, la calentura y otras más temibles aún. Las hojas entran en forma de cocimientos, baños de purificación, las destinadas a formar un lago mágico entre la divinidad y ciertos objetos que le son consagrados incluyendo la sangre de algún animal en específico. El empleo de las hojas es fundamental porque esas mismas hojas sirven para elaborar el polvo divino de la deidad y recibir de ellas un crecimiento de fuerza que crea un firme lazo de interdependencia entre el futuro Iyawó y su Òrìsà. Òsányìn es médico por mandato divino, profundo conocedor de la botánica y de las enfermedades que aquejan al hombre. Es el encargado de preparar las medicinas para el cuidado prenatal de los niños o criaturas. Es la única divinidad que puede usar el aceite de sémola de maíz para preparar pomadas medicinales. Son todas las plantas elementos que se atribuyen a esta deidad por ser la base de su principal función dentro del sistema planetario. Existe y perdura el criterio que Òsányìn es la divinidad de la hechicería o brujería, la que en momentos de disputas, desavenencias y peleas, los adeptos buscan su apoyo para arremeter contra sus enemigos. Esto constituye un doble error de concepción, primero porque la clave de vivir sin ser agredido es no agredir, de hecho cualquier plan malévolo iniciado a un individuo pierde su efectividad si la ley de justicia está a su lado, segundo porque Òsányìn no es una deidad agresiva ni guerrera, simplemente es la divinidad de las medicinas dentro del sistema planetario, que se utiliza para curar y remediar las penosas enfermedades que aún la ciencia no ha podido vencer. Veamos algunos ejemplos tomados de la vida real. Una buena ilustración del empleo del encantamiento fue ofrecida por un experimentado curandero y sacerdote Ifá quien mantiene que si una persona está buscando un trabajo desesperadamente, se le puede hacer algún preparado de hierbas que deberá utilizar en la forma indicada y decir lo siguiente: Solo la traducción: Ayúdame a encontrar trabajo, cuéntale mi problema a otros, susúrralo en cada oído, y proclama mi necesidad. Cuando la araña casera teje su tela, se lo informa a la madera de la casa. Ayúdame a encontrar trabajo, cuéntale mi problema a otros, susúrralo en cada oído, y proclama mi necesidad. Cuando la araña del campo teje su tela, se lo informa a la madera del bosque; ayúdame a encontrar trabajo, cuéntale mi problema a otros, susúrralo en cada oído, y proclama mi necesidad. Con su propio cuchillo la ardilla invita al cazador que le da muerte. La gente misma debe utilizar influencias para conseguirme un trabajo. De acuerdo con la creencia popular, quien quiera que use el preparado (plantas) junto con los encantamientos en la forma apropiada, conseguirá con toda seguridad un trabajo. Este hecho fue real. Después de sacrificar a la divinidad Òsányìn, ginebra y raíces de kolá, al cabo de treinta y cuatro días el individuo consiguió colocación de trabajo y regresó a la casa del sacerdote con nuevas ofrendas en muestra de agradecimiento. Por otro lado otro testimoni nos cuenta que una mujer que padecía de fuertes dolores vesiculares producidos por la acumulación de cálculos, fue en busca de auxilio a un sacerdote de Ifá del culto de Òsányìn después que su médico particular le dijera que la operación quirúrgica era inminentemente inevitable. El sacerdote le hizo un preparado de hierbas, algunas de las cuales frotó en su lado derecho y otras las ofreció para beber diluidas en ginebra ofreciendo un encantamiento a la divinidad Òsányìn junto con la sangre de una paloma. Cuentan que cuatro días después ella orinaba de un color muy oscuro, temerosa por eso pidió a su médico ingreso en el hospital para ser intervenida quirúrgicamente. Momentos antes de pasar al salón de operaciones el médico la envió a tirarse radiografías y para asombro de todos no tenía ni un solo cálculo en la vesícula. La mujer en muestra de agradecimiento dio al sacerdote de Ifá muchos regalos traídos de Italia, Francia, Escocia, después de haber efectuado viajes por estos países, lo cual también le había vaticinado el sacerdote de Ifá. Sin embargo, tambien conocemos de un nefasto caso en que un hombre fue en busca de un sacerdote para expropiar a su hermano de los bienes de una vivienda y el trabajo fue hecho. Se invocó a Òsányìn y se le sacrificó. Mientras, el hermano fue en busca de adivinación con Òrúnmìlà el que le dijo que debía efectuar un sacrificio a Èsú y a Ifá. El realizó el sacrificio. De este hecho han transcurrido nueve años y ambos hermanos viven juntos en la misma casa siendo el que fue agredido o al que querían despojar de la casa quien elaboró los alimentos de su otro hermano que estaba en grado extremo enfermo de sus dos piernas. Su hermano lo llevó a un sacerdote para curarlo, el que anteriormente él había utilizado para hacer el daño y le curó de su enfermedad. Vemos aquí en este hecho real que la balanza de la justicia siempre se inclina a favor de la verdad, por lo que aconsejamos tanto a adeptos como a sacerdotes que trabajan en el culto de Òsányìn, que nunca utilicen el poder de las divinidades contra su prójimo, pues esto constituye el rompimiento de una de las leyes o cánones del Ifismo "la de no agredir a nuestros semejantes". En Africa es conocido como Èlésìjé, que significa, “Rey de Èsìé”. Èsìé es un pueblo al norte de Tierra Yorùbá, en Kwara, un estado de Nigeria, donde Òsányìn, se convirtió en rey. Òsányìn, era el hermano menor de Ifá. La madre de Òrúnmìlà, dio a luz a ya avanzada edad y Òsányìn, fue su último hijo. Òrúnmìlà le llevaba tantos años que era como su padre y solía mandarlo de mensajero y lo estaba entrenando para lanzar Ifá también. Una vez, Òrúnmìlà le encargó que cortara unos árboles y hierbas, pero cuando regresó, Òsányìn, estaba llorando y no había hecho nada. Òrúnmílá le preguntó porqué lloraba y porqué no había hecho lo que le mandó. Él respondio: No sé porque me pides que corte estos árboles, plantas y raíces si todos sirven. Ésta es una hoja de la inmortalidad, ésta otra puede curar la lepra. Esta raíz es buena para el resfriado, ésta otra para bajar la fiebre. Porqué me pediste que cortara todas estas valiosas plantas? Se cree que Òsányìn, nació con este conocimiento sobre las hierbas y plantas, que lo trajo del cielo, porque no lo aprendió de nadie. Hay muchos tipos de Òsányìn. El conocido como Òsányìn elésè-kan, con una pata, es el más feroz y sabe mucho de medicina. Hay uno que tiene 16 patas pero no es tan poderoso como el anterior.

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