miércoles, 9 de marzo de 2016

Òrìsà Èsù

De todos los Òrisà existentes, Èsú es el más astuto. Representa el dinamismo y el movimiento. Es el que decide si resulta algún sacrificio o no. Porque justamente él es el que abre o cierra el camino para que una ofrenda, pedido o agradecimiento, pueda seguir el camino correcto, sin que sea desviado de su intención con la que fue concedido. Para que se realice algún pedido, por el convenio que hizo una oportunidad Èsú con Òrúnmìlà. Èsú ya existía casi al mismo tiempo que Olódùmarè y encabeza todas las fuerzas de la oscuridad, mientras que Olódùmarè encabeza todas fuerzas de la luz. La relación Olódùmarè - Èsú es lo que establece el equilibrio entre el bien y el mal aunque no existe un bien absoluto, ni un mal absoluto. En realidad, Èsú es tan poderoso como Olódùmarè, la única diferencia que existe entre los dos es que Olódùmarè puede crear, mientras que Èsú, no puede crear, solamente trabaja sobre la creación de Olódùmarè. Èsú puede hacerlo todo, menos crear. Allí es donde supera a todos los demás Òrisà que tienen cada uno una función específica. Èsú, es quien comparte un poco los atributos de las fuerzas benévolas y malévolas. Es el policía del universo, además es imparcial, de aquí que solo apoyara al hombre o la divinidad que realicen sacrificios, este es el significado de: Eni ó rúbo I Esú gbe. Una vez que el recibe el sacrificio prescrito, le prohibirá al Ajogun que dañe al suplicante. Èsú es el guardador del ásé, una copia del poder y la autoridad divina con la cual Olódùmarè creó el universo, Èsú es de esta forma el gobernador efectivo del universo, de los principios del orden y la armonía y el agente de reconciliación. Su mujer Agbérú, recibe todos los sacrificios en su nombre. Después tornando su propia parte de aárúún (cinco cowries) y una pequña parte de las otras ofrendas del sacrificio, Èsú toma el ofrecimiento a la divinidad o el Ajogun concerniente. El efecto es usualmente la devolución de la paz y la reconciliación entre las partes en guerra. Cuenta un Ese Ifá de como Èsú llegó a convertirse en el líder de todos los Òrisà. Ifá dice: Ògún era el Rey en la ciudad de Aro. Sàngó era el Rey en Koso. Oya era la Reina en Ira Obàtálà era el Rey en la ciudad de Iranje. Ogiyan era el Rey en la ciudad de Efon. Ifá era el Rey en la ciudad de Ifé. Ifá desafió a Èsú, diciéndole que era mentira, él no podría ser el líder de los Òrisà preguntaron a Èsú donde es que él dejaría a los Òrisà que eran reyes, al punto en que él se autoproclame el Rey de los reyes. Se encontraron todos los Òrisà y decidieron informar el caso a Olódùmarè, que es el padre de todos los Òrisà, al llegar a la casa de Olódùmarè, era confirmado por él que Èsú es y siempre será el líder de todos. Todos los Òrisà dijeron que no lo aceptarían como su líder, decidieron luchar todos uno a uno contra Èsú en la encrucijada que une el Òrun (cielo) y la Aiye (tierra). Sólo después de esa lucha conocerian quién es el líder de los Òrisà, por consiguiente combinaron el día, para dar entrada a la lucha. El primer Òrisà a enfrentar Èsú fue Ògún. Èsú con su poder y sabiduría tiró a Ògún al suelo con vergüenza e irritación. Ògún se fué a la ciudad de Aro, y él entró para la tierra, antes de entrar él dijo a sus amigos que deberian juntar mucho hierro y mariwo. El segundo a luchar contra Èsú fue Sàngó. Èsú cogió a Sàngó con su sabiduría y fuerza y lo tiró contra el suelo con vergüenza y muy disgustado, Sàngó se fue a Koso y allí se hincó en la tierra. Antes de hincarse en la tierra, dijo a sus amigos que quién quisiera rendirle culto, deberia juntar mucho edun-ara (piedra de rayo). El tercero a luchar contra Èsú fue Obàtálà. Èsú cogió Obàtálà con su sabiduría y fuerza y él lo tiró contra el suelo. Con vergüenza y mucha irritación Obàtálà se fue a Iranje y allí se hincó, antes de hincarse en la tierra dijo a sus amigos que quién quisiera rendirle culto, debería disponer ota, opa-osoro y disponer agua Arifohun. El cuarto Òrisà a enfrentar Èsú fue Oya. Èsú cogió Oya con su sabiduría y fuerza y la tiró contra el suelo, con vergüenza y muy irritada Oya se fue a Ira y allí ella se hincó. Antes de hincarse en la tierra Oya dijo a los amigos que quién desease rendirle debería disponer ota y cuerno de búfalo. El último en luchar contra Èsú fue Ogiyan. Èsú sabio y poderoso con su sabiduría cogió a Ogiyan y lo tiró contra el suelo, con mucha vergüenza e irritado, Ogiyan se fue a Okiti Efon y allí se hincó. Antes de hincarse a la tierra Ogiyan dijo a los amigos que quién quisiera rendirle culto, debería disponer ota. Èsú se levantó y fue a encontrarse con Olódùmarè, diciéndole que luchó con los otros Òrisà que disputaban el liderazgo con él y que él luchó y le ganó a todos. El le pidió a Olódùmarè que le diera el ásé, para que él se tornase el líder de los Òrisà. Entonces Olódùmarè atendió su pedido y le dio el ásé. Para que Èsú se volviera el líder de los Òrisà, Olódùmarè también le dio ásé para que él fuera respetado por todos los Òrisà y que el Òrisà que no respetase a Èsú, no tendría ásé. Así Èsú se volvió el líder de los Òrisà. Èsú es un Òrisà que solo puede ser entregado por los sacerdotes de Ifá, este Òrisà puede recibirse soló o acompañado por los demás Èbora, Ògún y Òsóòsì.

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