Bàbáláwò Tradición Indígena Yòrúba
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miércoles, 9 de marzo de 2016
Òrìsà Ifá - Òrúnmìlà
Òrúnmìlà es la divinidad de la adivinación y de la sabiduría representa y énfatisa a la gente para utilizar y buscar el Imó (conocimiento), el Òye (entendimiento), y Ogbón (sabiduria), para mantener una vida de buen comportamiento (Ìwà Pèlé). Òrúnmìlà es el Irúnmòle que trajo Ifá, y las leyes de Olódùmarè, a este mundo.
es conocido como Elérì Ìpin Ibìkejì Olódùmarè (testigo de toda la opción del destino, el segundo de Olódùmarè), qué quiere decir que él es el jefe de todo los Irúnmòle y de los Òrìsà.
Aúnque no es el mayor de los Irúnmòle, él fue elegido para ser el líder debido a su conocimiento, comprensión, y sabiduría extensa. Òrúnmìlà estaba también allí cuando decidíamos nuestros destinos y sabrá cuándo nos vamos de Aiye, si hemos terminado esos destinos o no.
Òrúnmìlà tiene muchos nombres porque él se ha manifestado a través del mundo a varias gente para enseñar y para propagar la palabra de Olódùmarè. En la naturaleza Òrúnmìlà está resprentado por las nueces de ikin de la palma.
Se han escrito muchos libros sobre el oráculo de Ifá, pero ninguno de ellos contiene todas las claves del conocimiento. En Ifá encontramos 16 bases principales o capitulos, que a su vez contienen 16 sub-capitúlos, sumando un total de 256. Este oráculo es la sintesís de todo el conocimiento del mundo, de todas las razas y culturas. Ifá reune todas las anécdotas y sabiduría.Todas las visiones de los yorùbá estan contenidas en Ifá.
Ifá es interpretado por los sacerdotes y sirve de intermediario entre los hombres y Òrúnmìlà. Òrúnmìlà es tanto un hombre como un espiritu, es el enviado de Olódùmarè a este mundo para ayudarle a réctificar y predecir el futuro para modificarlo. Òrúnmìlà es el espiritu de Olódùmarè manifestado en hombre. Ifá se expresa en acertijos pero el hombre sabio entiende sus palabras. La peculiaridad de este sistema de adivinacion altamente complejo, consiste en dibujos (I) (O), que al traducirlo permiten conocer el deseo de los Òrìsà y ayudan a evitar las desgracias (abuku). Este sistema de (I-O), es el sistema binario empleado hoy en las técnicas mas avanzadas de computacion.
El collar y el ide de Òrúnmìlà es verde y amarillo, y debe ser impuesto solamente por un sacerdote de Ifá. Esto significa el pacto que hizo Òrúnmìlà con la muerte (Ikú) para que no tocara a sus hijos sino cuando Òrúnmìlà dictamine que su destino en la tierra a terminado. Cuando se rompe el ide o collar (Ìlekè), se debe llamar inmediatamente a su Baba Ifá, pues está en peligro.
No sé piense que Ifá es en una religión universal en cuanto a la pesca de devotos y convertidos. El centro de Ifá son los reencarnados de los seguidores originales de Òrúnmìlà, sus Olódùs y Omolus, que vinieron del cielo. No todos pueden volverse seguidores de Òrúnmìlà, a menos que sé escojan específicamente. Òrúnmìlà, no busca convencer a alguien para pertenecer a Ifá. De hecho, muchas personas vienen a él cuando tienen problemas difíciles, y a menudo parece que tales problemas parecen insuperables.
Si una persona es afortunada, tendrá un medio de saber que esta destinado a ser un seguidor de Òrúnmìlà. Una vez que sé escoge una persona como seguidor, debe hacer un esfuerzo por seguirlo fervorosamente, porque el seguidor a medio tiempo sé busca muchos problemas, que no son necesariamente causados por Òrúnmìlà, porque el servicio sin entusiasmo no lo pondrá en una posición para asir los problemas de sus seguidores efectivamente. Hay una variedad de maneras en el que uno puede asociarse con Òrúnmìlà.
Para ser un Babálawo de Òrúnmìlà debe ser un hombre cabal, integro, respetuoso de la gente y de la naturaleza, no tener vicios de ninguna índole, debe ser comedido en sus opiniones, paciente, juicioso, estudioso de las enseñanzas de Ifá y practicarlas, perseverante y humilde.
Òrúnmìlà es el Dios de la adivinación, aunque no es el único dios yorùbá vinculado a esa práctica, se cree que la sabiduría y la comprensión de Ifá, no solo abarca el pasado, sino también el presente y el futuro. La creencia de nuestra tradicion en la importancia de la adivinación de Ifá en la vida cotidiana se revela en el siguiente poema de Ifá.
Ifá E La Eni
Ifá I Ela
Ifá Le I Entunla Elu E. Òrúnmìlà La Nijo
Mereerin Cosa Daye.
Traducción:
Ifá es el dueño de hoy.
Ifá es el dueño de mañana.
Ifá es el dueño de pasado mañana.
A Ifá le corresponden los 4 días creados por Òrìsà en la tierra.
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Ìyáàmi Òsòròngá
El odu que trajo el culto de hechicería (Ìyáàmi Òsòròngá) a la Tierra fue el odu Òsá Méjì.
Según Ifá Ìyáàmi Òsòròngá es el nombre sagrado que recibe la entidad que representa el poder generador de vida femenino por excelencia. Este poder implica todo lo que refiere a la cuestión femenina en la naturaleza. Su calabaza ritual es la mítica representación de útero generador de todas las cosas, y su representación tangible es el mágnifico Òsòròngá pájaro mítico del Africa cuyo sonido onomatopéyico da nombre a la más antigua de las Ìyá poderosas señora de la noche. Ìyáàmi atesora, guarda, cela de los misterios de la vida, ella tiene el poder de administrar el orden natural, así como el orden de la vida y el poder de eliminar como método de equilibrio.
Ìyáàmi, mantiene el equilibrio de lo natural, castigando severamente aquellos que infringen las leyes de Ifá. Es muy delicado el equilibrio y el orden cuando se trata de Ìyáàmi, nada debe ser hecho en lo que concierne a Òrìsá, o a Ifá si el sacerdote no tiene la debida instrucción, dado que nuestra madre bruja, no permite que nadie haga sacrificios sin no posee un conocimiento determinado para la función sacerdotal.
A través de todo el cuerpo litúrgico de Ifá se enseña y se destaca la supremacía de las Ìyámis. Mas precisamente en el Odú Òsá Méjì, Ifá enseña de su enorme poder, del control de las ÌyáàmiÒsòròngá con respecto al elemento más noble, la sangre, su poder de generar vida y controlarla de las maneras más extrañas.
En el odun de Ifá Ogbè Òsá se manifiesta que la energía de Ìyáàmi se utiliza para lo bueno y para lo malo.
Ogbe'sa gun'gi. Ogbe's g'aja.
A d'ifa fun gbogbo eleiye, ti nwon nti'kole Orun bo wa'le aiye.
Nigbati nwon de'le aiye, nwon ni awon fe ni ibudo.
Nwon ni, ibodo meje ni opo ile aiye.
Nwon ni, meje naa ni ibi ti awon yio ni ibudo si.
Nwon ni, akoko ti awon o koko ni ibudo.
Traducción:
Ogbè Òsá subió encima del árbol.
Subio Ogbè Òsá al techo.
Ifa fue consultado para todo el suero de los pájaros que venían del cielo conectar a tierra.
Cuando llegaron en la tierra dijeron que desearian encontrar un lugar para vivir.
Dijeron que siete residencias son los siete pilares de la tierra.
Dicho estos siete lugares sera donde vivirán (en las sociedades de algunas mujeres hay tres calidades del pájaro que los espiritus allí son siete, éste es una referencia a las siete calidades de los espiritus elementales usados en Ìyáàmi Òsòròngá.)
Dijeron que satisfarían en el árbol del Iwo llamado Orogbo (la cualidad herbaria del Orogbo es obligar a una persona que diga la verdad).
Dijeron que vivirían en el árbol del Arere, (Arere significa fuente de la buena fortuna). Dijeron que vivirían en el árbol del Ìrókò. (Éste es el sitio tradicional de una capilla de los antepasados).
Dijeron que vivirían en el árbol de Iya. (Esto el hogar de las madres ancestrales).
Dijeron que vivirían en el árbol del Asurin. (Esto es una referencia a manifestar buena fortuna).
Dijeron que vivirían en el árbol del Obobo (El principal árbol del bosque que representa un ase elemental principal).
Dijeron que se colocarián en cada uno de estos árboles y qué era su voluntad que hacer en cada uno de estos árboles
Dijeron si vuelan al árbol del Iwo que traería buena fortuna.
Dijeron si vuelan al árbol del Arere que nada destruiría siempre esta buena fortuna de las personas.
Dijeron si vuelan al árbol del Ìrókò que alli meditarian y que harián que una persona tuviera accidentes.
Dijeron si vuelan al árbol de Iya que una persona soltaría su vida.
Dijeron si vuelan al árbol del Asurin que todas las personas manifestarían sus sueños.
Dijeron si vuelan al árbol del Obodo que debe para tener acceso a la energía de los pájaros.
Es en el árbol del Asurin que usted hará su principio casero cuando usted llegue allí usted cantará esta canción:
Gbogbo eleiye, igi asurin l'e, igi asurin l'egun o
(Todos los pájaros se colocarán en el árbol del Asurin)
Cuando usted ha cantado esta canción, si usted desea ir al mar usted irá al mar, si usted desea ir a la laguna que usted irá a la laguna, y usted llegara allí rápidamente. Si usted dice usted circundará la tierra, usted irá rápidamente allí. Si usted dice que usted irá al cielo usted irá rápidamente allí. El árbol del Asurin es el lugar en donde los pájaros encuentran su energía.
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Òrìsà Ìbejì - Gemelos
En la antigüedad, en el pueblo de Isokun, vivía un agricultor muy próspero que era conocido en todas partes como un cazador de monos. Esto era así porque como sus siembras eran muy prolíficas, los monos venían a comer de sus cultivos. De modo que los monos se volvieron una plaga para el agricultor. Este trataba de expulsarlos, pero ellos iban y venían, y comían de todos sus frutos. Él y sus trabajadores vigilaban los cultivos, mataban a los monos y los sacaban con palos y piedras. Pero los monos se negaban a irse. Y siempre regresaban a comer de sus siembras.
El agricultor se las ingenió para mantener a los monos fuera de sus cultivos. Entonces los monos hicieron Juju (brujería). Comenzaba a llover y los vigilantes se iban a la casa, pensando que con la lluvia los monos no vendrían a comerse las cosechas. Pero los monos hicieron que cayera la lluvia y mientras llovía, ellos comían y comían. Cuando el agricultor descubrió esto, mandó a construir techos para los vigilantes. Así pudo matar muchos monos.
Aquél agricultor tenía varias esposas. Un día un adivino vino al pueblo de Isokun y predijo para el agricultor: “Si continúas matando monos, tus esposas no podrán tener hijos. Los monos son sabios y poderosos, ellos tienen la facultad de enviar un Àbíkú (nacidos para morir prematuramente) a los vientres de tus esposas. Cesa de matar monos. Permite que los monos vengan y coman en tu tierra.
El agricultor no le creyó a aquel Babaláwos. Y continuó matando a los monos. Estos se reunieron y discutieron la forma de vengarse del hombre. Fue así como decidieron enviarle dos Àbíkús. Entonces dos monos se transformaron en Àbíkús y viajaron al vientre de una de las esposas del agricultor. Cuando la mujer parió, nacieron los primeros gemelos en aquel pueblo Yorubá. Esto atrajo la atención de todo el mundo. Era la primera vez que nacían dos niños a la vez. Unos dijeron: Qué buena fortuna para el agricultor. Otros manifestaron: Esto es un mal signo para el agricultor, ya que sólo los monos paren gemelos.
Pero como los gemelos eran Àbíkús, al poco tiempo murieron. Y los monos retornaron al “lugar de los no nacidos”. De nuevo, una de las esposas del agricultor quedó embarazada, y cuando parió, nacieron otros gemelos. Pero como eran monos, al poco tiempo de vida, murieron. Así pasó con todas las esposas. El agricultor desesperado, porque no podía tener herederos, viajó a un lejano lugar para consultar a Òrúnmìlà. Ifá le dijo: Tus problemas son provocados por los monos. Ellos están enviando Àbíkús a los vientres de tus esposas. Tú le has provocado a ellos un gran sufrimiento, y en venganza ellos te hacen Juju (brujería). Permite que ellos coman en tus cultivos, a lo mejor así se apaciguan.
El agricultor regresó a Isokun, y dejó de cazar monos. Los monos comían tranquilamente. De nuevo, una de las esposas del agricultor salió embarazada y parió gemelos. Pero el agricultor, inquieto por sus anteriores experiencias, fue de nuevo a consultar el oráculo de Ifá para asegurarse de que sus hijos no murieran otra vez. Ifá le dijo: “Estos gemelos no son Àbíkús.
Los monos se han apaciguado. Pero tampoco estos gemelos son niños ordinarios. Estos gemelos tienen el gran poder de premiar o castigar a los seres humanos. Su protector es el Òrìsà Ìbejì. Si alguien maltrata a estos gemelos, el espíritu Ibeji castigará a esa persona con enfermedad, pérdidas (embarazos) y pobreza. Y quien trate a los gemelos con bien, será recompensado con hijos y buena fortuna.
Ifá también dijo: Debes hacer cualquier cosa que los haga felices en este mundo. Lo que ellos quieran, dáselo. Hazle ofrendas al Òrìsà Ìbejì. Ya que los gemelos fueron enviados al mundo por los monos. Los monos son sagrados para el Òrìsà Ìbejì. Ni los gemelos ni sus padres pueden matar monos ni comer carne de mono.
El agricultor retornó a Isokun y le dijo a su esposa lo que había aprendido de Ifa. Él le explicó que lo que los gemelos quisieran, había que dárselo. Si querían dulce, se los diera; si querían ir al mercado a pedir, que los cargara y los llevara al mercado; si querían bailar, que ella los cargara en sus brazos y danzara con ellos. Así vino la buena fortuna a la vida del agricultor.
Desde este día, los gemelos son llamados: Adanjunkale (con ojos brillantes en la casa). El primero que nace es llamado: Taiwo (To—aiye—wo: El que viene a probar la vida). El segundo que nace es llamado Kehinde (Ko—ehin—de: El que viene detrás de otro), y es el mayor de los dos. El pueblo Yorubá dice que Kehinde siempre envía a Taiwo adelante para descubrir si la vida vale la pena.
Los Ìbejì son la deificación del nacimiento de dos o más niños al mismo tiempo. Se considera que tienen ciertos poderes especiales e incluso que habrían sido mandados al mundo por el propio Sàngó. Pueden ser un varón y una hembra; dos varones o dos hembras. En el culto a los Òrisà, también hay Ìbejì que pueden proceder de otros linajes que no sean el de Sàngó; como por ejemplo de Yemoja o de Obàtálá. Pero dada la gran influencia de Sàngó, es muy raro que se cultúen a Ibejis que no pertenezcan a su familia y tratándose de los que vienen de Yemoja se los asocia a la unión entre ésta y Sàngó. Por otro lado los Ìbejìs que pertenecen a Obàtálá serían hijos también de Sàngó, pero que por haber nacido albinos habrían sido entregados al culto del Òrìsà funfun, pasando a ser los Ìbejìs que se les entrega a los hijos de Obàtálá.
Los Ìbejì protegen a los niños en general y además también se utilizan para la unión de las personas. Al Òrìsà Ìbejì se lo asienta en dos muñecos de madera (con carga interna), en dos okutás por cada Ìbejì que se asienta y además en sus armas y herramientas. Cuando vienen por parte de Yemoja con Sàngó al macho se le viste de rojo y blanco y a la hembra de celeste y blanco; siendo también sus collares de los mismos colores. Cuando vienen por Òsun con Sàngó a los dos se los viste con los colores rojo, amarillo y blanco . Pero hay además otra filiación y es cuando vienen por Oya con Sàngó, siendo que en este caso se les ponen 9 colores brillantes. Se les saluda diciendo "¡Beji oro!" (espíritu que nació doble).
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Òrìsà Òsányìn
Kò sí ewé kò sí òrìsá
Sin hojas no hay òrìsá
La palabra Òsányìn, se deriva de las palabras yorubás: ò (quien), sán (mejorar la salud), yìn (hacer fuego), o sea, "quien mejora la salud haciendo fuego".
Òsányìn es la entidad o divinidad de las plantas medicinales, su importancia es primordial, ninguna ceremonia dentro del Ifismo puede hacerse sin su concurso, él es el detector de la fuerza, la vitalidad y el poder de realización, sin el cual las divinidades no pueden pasarse. Esta energía reside en varias hojas y hierbas, el nombre de estas hojas y plantas y su empleo es la parte más secreta en el ritual del culto de los Òrìsàs.
Cada divinidad tiene sus hojas y plantas particulares, el empleo de una hoja contraindicada pudiera tener efectos nefastos, la recolección es hecha con extremo cuidado. Siempre en un lugar salvaje, maleza o bosque donde las plantas crecen libremente, las que son cultivadas en jardines deben ser
desechadas porque Òsányìn vive en el bosque. Los sacerdotes de este Òrìsà se levantan temprano en la mañana sin haber tenido relaciones sexuales el día anterior y se dirigen al bosque sin saludar a nadie que encuentre a su paso. Ofrecen encantamientos para arrancar las hojas, raíces, cortezas de las frutas y deposita antes de salir del bosque su ofrenda a la deidad, que incluye monedas, cauries, etcétera.
Estos sacerdotes conocen las hojas que usarán indistintamente, entre ellas podemos señalar que hay hojas dotadas de virtudes tales como, hoja de la fortuna, de la felicidad, de la alegría, de la fecundidad, de la gloria, de la suerte, la frescura, la flexibilidad, la paz, la longevidad, el coraje, las vestimentas, del cuerpo, de los pies, etcétera. Pero también hay hojas de la miseria, la calentura y otras más temibles aún. Las hojas entran en forma de cocimientos, baños de purificación, las destinadas a formar un lago mágico entre la divinidad y ciertos objetos que le son consagrados incluyendo la sangre de algún animal en específico. El empleo de las hojas es fundamental porque esas mismas hojas sirven para elaborar el polvo divino de la deidad y recibir de ellas un crecimiento de fuerza que crea un firme lazo de interdependencia entre el futuro Iyawó y su Òrìsà.
Òsányìn es médico por mandato divino, profundo conocedor de la botánica y de las enfermedades que aquejan al hombre. Es el encargado de preparar las medicinas para el cuidado prenatal de los niños o criaturas. Es la única divinidad que puede usar el aceite de sémola de maíz para preparar pomadas medicinales. Son todas las plantas elementos que se atribuyen a esta deidad por ser la base de su principal función dentro del sistema planetario.
Existe y perdura el criterio que Òsányìn es la divinidad de la hechicería o brujería, la que en momentos de disputas, desavenencias y peleas, los adeptos buscan su apoyo para arremeter contra sus enemigos. Esto constituye un doble error de concepción, primero porque la clave de vivir sin ser agredido es no agredir, de hecho cualquier plan malévolo iniciado a un individuo pierde su efectividad si la ley de justicia está a su lado, segundo porque Òsányìn no es una deidad agresiva ni guerrera, simplemente es la divinidad de las medicinas dentro del sistema planetario, que se utiliza para curar y remediar las penosas enfermedades que aún la ciencia no ha podido vencer.
Veamos algunos ejemplos tomados de la vida real. Una buena ilustración del empleo del encantamiento fue ofrecida por un experimentado curandero y sacerdote Ifá quien mantiene que si una persona está buscando un trabajo desesperadamente, se le puede hacer algún preparado de hierbas que deberá utilizar en la forma indicada y decir lo siguiente:
Solo la traducción:
Ayúdame a encontrar trabajo, cuéntale mi problema a otros, susúrralo en cada oído, y proclama mi necesidad.
Cuando la araña casera teje su tela, se lo informa a la madera de la casa.
Ayúdame a encontrar trabajo, cuéntale mi problema a otros, susúrralo en cada oído, y proclama mi necesidad.
Cuando la araña del campo teje su tela, se lo informa a la madera del bosque; ayúdame a encontrar trabajo, cuéntale mi problema a otros, susúrralo en cada oído, y proclama mi necesidad.
Con su propio cuchillo la ardilla invita al cazador que le da muerte.
La gente misma debe utilizar influencias para conseguirme un trabajo.
De acuerdo con la creencia popular, quien quiera que use el preparado (plantas) junto con los encantamientos en la forma apropiada, conseguirá con toda seguridad un trabajo. Este hecho fue real. Después de sacrificar a la divinidad Òsányìn, ginebra y raíces de kolá, al cabo de treinta y cuatro días el individuo consiguió colocación de trabajo y regresó a la casa del sacerdote con nuevas ofrendas en muestra de agradecimiento.
Por otro lado otro testimoni nos cuenta que una mujer que padecía de fuertes dolores vesiculares producidos por la acumulación de cálculos, fue en busca de auxilio a un sacerdote de Ifá del culto de Òsányìn después que su médico particular le dijera que la operación quirúrgica era inminentemente inevitable. El sacerdote le hizo un preparado de hierbas, algunas de las cuales frotó en su lado derecho y otras las ofreció para beber diluidas en ginebra ofreciendo un encantamiento a la divinidad Òsányìn junto con la sangre de una paloma. Cuentan que cuatro días después ella orinaba de un color muy oscuro, temerosa por eso pidió a su médico ingreso en el hospital para ser intervenida quirúrgicamente.
Momentos antes de pasar al salón de operaciones el médico la envió a tirarse radiografías y para asombro de todos no tenía ni un solo cálculo en la vesícula. La mujer en muestra de agradecimiento dio al sacerdote de Ifá muchos regalos traídos de Italia, Francia, Escocia, después de haber efectuado viajes por estos países, lo cual también le había vaticinado el sacerdote de Ifá.
Sin embargo, tambien conocemos de un nefasto caso en que un hombre fue en busca de un sacerdote para expropiar a su hermano de los bienes de una vivienda y el trabajo fue hecho. Se invocó a Òsányìn y se le sacrificó. Mientras, el hermano fue en busca de adivinación con Òrúnmìlà el que le dijo que debía efectuar un sacrificio a Èsú y a Ifá. El realizó el sacrificio. De este hecho han transcurrido nueve años y ambos hermanos viven juntos en la misma casa siendo el que fue agredido o al que querían despojar de la casa quien elaboró los alimentos de su otro hermano que estaba en grado extremo enfermo de sus dos piernas. Su hermano lo llevó a un sacerdote para curarlo, el que anteriormente él había utilizado para hacer el daño y le curó de su enfermedad.
Vemos aquí en este hecho real que la balanza de la justicia siempre se inclina a favor de la verdad, por lo que aconsejamos tanto a adeptos como a sacerdotes que trabajan en el culto de Òsányìn, que nunca utilicen el poder de las divinidades contra su prójimo, pues esto constituye el rompimiento de una de las leyes o cánones del Ifismo "la de no agredir a nuestros semejantes".
En Africa es conocido como Èlésìjé, que significa, “Rey de Èsìé”. Èsìé es un pueblo al norte de Tierra Yorùbá, en Kwara, un estado de Nigeria, donde Òsányìn, se convirtió en rey. Òsányìn, era el hermano menor de Ifá. La madre de Òrúnmìlà, dio a luz a ya avanzada edad y Òsányìn, fue su último hijo.
Òrúnmìlà le llevaba tantos años que era como su padre y solía mandarlo de mensajero y lo estaba entrenando para lanzar Ifá también. Una vez, Òrúnmìlà le encargó que cortara unos árboles y hierbas, pero cuando regresó, Òsányìn, estaba llorando y no había hecho nada. Òrúnmílá le preguntó porqué lloraba y porqué no había hecho lo que le mandó. Él respondio: No sé porque me pides que corte estos árboles, plantas y raíces si todos sirven. Ésta es una hoja de la inmortalidad, ésta otra puede curar la lepra. Esta raíz es buena para el resfriado, ésta otra para bajar la fiebre. Porqué me pediste que cortara todas estas valiosas plantas? Se cree que Òsányìn, nació con este conocimiento sobre las hierbas y plantas, que lo trajo del cielo, porque no lo aprendió de nadie. Hay muchos tipos de Òsányìn. El conocido como Òsányìn elésè-kan, con una pata, es el más feroz y sabe mucho de medicina. Hay uno que tiene 16 patas pero no es tan poderoso como el anterior.
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Òrìsà Olòkun
Los océanos pertenecen a Olòkun y allí se encuentran las grandes riquezas del planeta, petróleo, gas, oro, minerales preciosos, peces, vida marina y un sin fin de recursos importantes, es por ello que se le considera el Òrisà más próspero. Es llamado por Oba Omi Rey de las aguas o Àjíbáajé el espiritu que se despierta para descubrir el dinero.
Es el Òrisà de mayor estabilidad en el panteon yorùbá, representa las ¾ partes del mundo, sus riquezas son totalmente infinitas. Dicen las escrituras religiosas que su templo es de plata por fuera y de marfil por dentro, es la divinidad considerada mas grande que cualquiera de los máximos jefes de la tierra y se tiene concebida con la prosperidad, es encargada de proveer cuantiosas riquezas materiales a los humanos en la tierra, se le rinde culto en una parte del estado de Lagos y en Ilè Ifè de Nigeria, África. Olòkun es una divinidad tan poderosa como Ògún, Sàngó y Sànpònná.
Su color favorito es el negro, sin embargo bajo a la tierra vestido de blanco. En las escrituras de Ifá, en el odù Baba Ogbé Méjì, se cuenta una historia que narra donde Òtúá Ogbé, necesitaba pasar el mar para llegar a otra tierra, no tenia las posibilidades y fue a verse con Òrúnmìlà, este le hizo un osode donde le vio el odù Baba Ogbé Méjì y le dijo que tenia que sacrificarle un novillo blanco y muchos adimus a Olókun, Òtúá Ogbé estuvo días trabajando hasta que pudo encontrar las posibilidades de obtener lo que Òrúnmìlà le había marcado para hacerse su ebo, Òtúá Ogbé fue a la orilla del mar con los implementos marcados para su ebo y le dio de comer a Olókun, luego de terminar el conjuro de Olókun quedo muy asombrado cuando vio la manifestación de gran poder de Olókun al abrirse el mar y así poder cumplir su deseo.
Existe una ceremonia para recibir a esta deidad, pero lo que es poco conocido es que la persona recibe también a un conjunto de deidades que viven con el.
.- Asú: Arena.
.- Efe: Representa las espiritualidades de Olòkun y se encarna en el manatí. Esta deidad refrena y equilibra a los otros espíritus o poderes de Olókun, comanda la cabeza de Olókun.
.- Aye Saluga: Se representar con conchas marinas.
.- Olósà y Olónà: Òrisà de las lagunas.
.- Ikokó: Representa el Osun de Olókun.
.- Osará: Òrisà de los lagos subterráneos.
.- Boromu: Òrisà de las corrientes marinas.
.- Somunganga: Representa la vida.
.- Akaro: Representa la muerte.
.- Borosia: Òrisà de los tornados marinos y corrientes de aire.
.- Jembó: Òrisà de la espuma del mar.
.- Òrisà Ajé: Òrisà que proporciona estabilidad y firmeza.
.- Agana Ekun: Representa la prosperidad de los Océanos.
.- Añagui Olókun: Es el Èsú que acompaño a Olókun en su viaje a la Tierra.
.- Ègún de Olókun: Vive en un obi pintado de blanco, azul y negro. Lo blanco representa la espuma de mar, lo azul representa la superficie y lo negro representa las grandes profundidades.
.- Osányìn de Olókun: Vive en una tinaja pintada de verde y blanco. Tiene como función el control de Oloná y Olosá que son los hijos encadenados que tubo Olókun con Òsún.
.- Eri Olókun: Nieto de Olókun y custodio de esta deidad. Vive en un güirito que va colgado en la tinaja.
Cuando todos los Òrisàs echaron su suerte sobre las diferentes partes de la tierra, unos obtuvieron grandes territorios otros pequeños con diferentes poderes y atributos, Olókun por la traición que le hizo a Òrúnmìlà en su bajada a Aiye en el odù Ògúndá Méjì, le toco vivir en Aije Eko (La Atlántida).
Había una montaña llamada Adura, donde ya vivían una pareja (hombre y mujer) que se llamaban Ikeni e Iyakon, ellos engendraron una sola hija que se llamó Ajaramá Alesú, y siendo muy joven murieron sus padres. Olókun se enamoró de ella y la hizo su mujer con la que tuvo muchos hijos, los cuales colocó en Aije Eko. Cuando los seres humanos comenzaron a llegar a Aije Eko, Olókun hizo inaccesible su dominio y los hundió en las profundidades del mar. Era tanta la riqueza de Olókun que no había Rey sobre la tierra que haya poseído, ni poseerá jamás, cosas semejantes.
En el reino de Olókun, crecían toda clase de animales, sobre todo gansos, patos y cisnes, toda clase de legumbre, frutas y viandas, y es por eso el origen del awuán de Olókun (limpieza que se hace alrededor de una cesta con legumbres, frutas y carnes, ofrecida a este Òrisà), en rememoración de sus grandes riquezas y para rendirle tributo a sus dominios, debemos realizar este awuán, de esta manera obtendremos un poco de él.
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Òrìsà Obaluàyé - Sònpònná
Obalúaiye (Rey de la tierra caliente) o Omolú (el niño del calor) son los nombres generalmente dados a Sànpònná, Dios de la viruela y de las enfermedades contagiosas, cuyo nombre es peligroso pronunciar. El es aquel que enferma a los malhechores e insolentes enviándoles la viruela y diferentes epidemias.
El culto a Obalúaiye, así como el de Nanã Buruku, parecen formar partes de sistemas religiosos pré Odùduà. Ni uno ni otro consta de la lista de los compañeros de Odùduà cuando su llegada a Ifé. Pero algunas leyendas de Ifá dicen que Obalúaiye estaba ya instalado en Òkè Itase antes de la llegada de Òrúnmìlà, que formaba parte de aquel grupo. La antigüedad de los cultos de Obalúaiye y Nanã Buruku, frecuentemente confundidos en ciertas partes de África, es indicada por un detalle del ritual de los sacrificios de animales que le son hechos. Ese ritual es realizado sin el empleo de instrumentos de hierro, indicando que esas dos divinidades formaban parte de una civilización anterior a la Edad del Hierro y a la llegada de Ògún que vino con Odùduà.
Algunas leyendas hablan de Obalúaiye y Nanã Buruku contra Ògún. Los primeros se rehusan a reconocer la antigüedad del Dios del Hierro como siendo anterior a la de ellos propios y, en consecuencia, de servirse del hierro en sus actividades. Esa disputa entre divinidades podría ser interpretada como el choque de religiones pertenecientes a la civilizaciones diferentes, sucesivamente instaladas en el mismo lugar y datando de periodos respectivamente anteriores y posteriores a la edad del hierro podría también ser consecuencia de la diferencia de origen de pueblos venidos, unos del Este con Odùduà y otros del Oeste, anteriores a ese acontecimiento.
El lugar de origen de Obalúaiye es incierto, pero hay grandes posibilidades de que haya sido en territorio Tapá (o Nupê). Si ese no es su origen, sería por lo menos un punto de división de creencia. Frobenius escribía que le hubia sido dicho en Ibadan que Obalúaiye había sido, antiguamente, Rey de los Tapá.
Tuvimos oportunidad de asistir a bellisimas ceremonias en un lugar llamado Isaba, en el Holi del ex-Dahomé, en 1953 una época en que el modo de vista en esa región estaba aún preservado de los beneficios de las civilizaciones extranjeras. Fue poco antes de ser abierta la carretera Pobê—Kêto en esa región pantanosa, donde hasta entonces ningún lecho de carretera había resistido a las estaciones lluviosas. Esas fiestas se realizaban en un templo de Obalúaiye, que tenían el nombre de un río, Idi, ese río corría cerca de ese local en la región Ahori, del lado Nigeriano de la frontera.
El templo consistía en un gran cercado rústico, hecho de estacas clavadas en el suelo, delimitando en llena floresta el espacio consagrado al dios de la viruela. En el centro se encontraba un montículo de tierra, sobre lo cual había una olla de barro (Ajere), cuya tapa llena de orificios, recuerda las cicatrices dejadas por la viruela, simbolizando la acción del Rey dueño de la tierra contra los malhechores y los insolentes.
Dos cabañas de estilo Holi estaban situadas una enfrente la otra en los dos extremos, eran cabañas concebidas para el clima de esa región con paredes de bambu y tejados de paja, además de ellas había un gran refugio sin paredes ni vallas que servía como local de reunión, cocina, refugio contra las intempéries o dormitorio para las personas que venían a tomar parte en la fiesta.
Volviendo la ceremonia, ella tenía por objetivo mostrar las primeras danzas de los iniciados en público. En la noche de la víspera, hubo un àìsùn (no dormir). Alrededor de las ocho horas de la noche, los participantes del culto de Obalúaiye estaban reunidos en el gran refugio, sentados sobre esteras. Los iniciados estaban acostados en el suelo, con la cabeza raspada, aire ausente, vestido con un paño bordado de búzios y amarrado en el hombro izquierdo, tenían incontables pulseras, hechas de búzios, amarrados alrededor de los pulsos y de los tobillos, y traían la tiracolo largos collares hechos de búzios de manera a imitar escamas de cobra, semejantes a los ya mencionados la Oxumaré, llamados brajá en Brasil. Tenían el rostro, las manos y los pies abundantemente salpicados de polvo vegetal rojo, osùn.
Los atabaques batían de tarde en tarde un ritmo vivo e intermitente que animaba algunos de los asistentes a bailen por algunos instantes. Pequeñas lamparinas de aceite (fìtílà) iluminaban suavemente la asamblea. A la medianoche, trajeron una copa de barro contiendo aceite, en la borda de la cual colocaron mechas de algodón y las encendieron mientras las lamparinas eran apagadas.
Toda la asamblea se sentó alrededor y uno de los responsables por el culto empezo a lanzar substancias y hojas sobre las llamas, pronunciando palabras constrangedoras. Sus manos pasaban y repasaban por encima del fuego, que ahora brillaba y crepitava quemando aquellas substancias, ahora vacilaba, pareciendo extinguirse, pero se reavivaba con nuevas dosis de productos y hojas. La asistencia seguía atentamente todas esas operaciones. Sin embargo, la llama terminó por borrarse. La oscuridad fue total y los asistentes sueltan un grito prolongado. Cuando las lamparitas fueron nuevamente encendidas, la copa no estaba más allá. Todo el mundo retomó un aire alegre y aliviado.
El gris, resultante de ese trabajo, iba a ser mezclada a las bebidas y a los baños rituales dados a los iniciados. En el día siguiente por la mañana, los iniciados hicieron la tradicional descendía al rio y en el comienzo de la tarde, se realizaron las primeras danzas en público. Sus evoluciones eran acompañadas por las de sus iniciadores y de diversos sacerdotes de Obalúaiye, venidos de los templos de las aldeas vecinas. Los trances se manifestaban con grandes gestos de brazos, inclinaciones de cuerpos para el frente y para atras y con una tal violencia, que los elégùn parecían estar a punto de pierder el equilibrio.
Los asistentes venían inmediatamente a amparar y abrazar sus cuerpos agitados, luego los trances se calmaron y fueron todos a inclinarse delante del montículo de tierra cubierto por el ajere, y nuevamente a bailar. Se podía observar el aire trocista y desconectado de los más viejos, en contraste de la expresión concentrada y tensa de los iniciados. Esos tenían una escoba en las manos, llamada África ilewo y en Brasil Xaxará de Obalúaiye y en Cuba los Arará lo laman jay, símbolo de la propagación y de la cura de las enfermedades.
En Brasil y en Cuba, como en África, Sànpònná es prudentemente llamado Obalúaiye o Omolu. Las personas que le son consagradas usan dos tipos de collares: El lagidiba, hecho de pequeñitos discos negros hilados, o collar de cuentas marrones con listas negras, cuando el dios se manifiesta sobre un de suyos iniciados, él es acogido por el grito Atotô.
Sus hijos bailan enteramente revestidos de paja de la costa. La cabeza también es cubierta por un capuz de la misma paja, cuyas flecos recubren su rostro. En conjunto, parecen pequeños montes de paja, en cuya parte inferior aparecen piernas cubiertas por pantalones de renta y en la altura de la cintura, manos blandiendo un xaxará, especie de escoba hecha de nervios de hojas de palmera, decorada con búzios, cuentas y pequeñas cabaças que se suponen contener remedios. Bailan curvados para el frente, como que atormentados por dolores, e imitan sufrimiento, las tos y los temblores de fiebre.
En el odù Ogbè Ògúndá se explica que Obalúaiye hizo su entrada en la tierra de los Arará de Dahomey. Y esta más que claro en el òdu Ìretè Òbàrà que a Obalúaiye lo botaron de su tierra los yorùbás.
Sànpònná, Asojano, Obalúaiye o como le deseen llamar es del dominio pleno de los Dahometanos, pueblo ubicado en Benin lugar de donde llegaron los secretos de la deidad Asojano. A esta egnia se le conoce en Cuba con el nombre de Arará, son ellos los que llevaron ese secreto a Cuba, son ellos los que realmente consagran Asojano en Arará, pues para entregarlo se debe de estar consagrado en Asojano en Arará o estar consagrado en algun voodun Arará. Asojano habla a través de Ifá, el no habla a través del oráculo érìndínlógún. Asojano es fañoso al igual que Osányìn, el único interprete de Asojano es Ifá. Los Babaláwos que eran consagrados en Ifá en Arará y manejaban las ceremonias de este, eran llamados Bokonos, ellos eran los encargados de realizar los Itas del voodun Asojano. Ifá en tierra Dahometana era conocido como Fá. Òrúnmìlà tambien era llamado Afafá, a ellos les llego el sistema de adivinacion de Ifá, sinembargo ellos no adoraron a Òrìsàs, ellos adoraron Voodun.
Sònpònná, Asojano o Obalúaiye es considerado como hijo de Òrànmíyàn y Yemòjá. Este era de naturaleza cruel y tenía el hábito de ser problemático. En cierta ocasión tuvo una pelea con un hombre y lo mató. Sus padres, para castigarlo, lo echaron de su casa. Sin hogar, comenzó a vivir en la calle hasta que un hombre de gran conocimiento médico lo recogió y lo hizo su esclavo. Luego le enseñó el arte de preparar pociones mortales y venenos.
Con su nuevo conocimiento, comenzó a derramar "líquidos" en la tierra en diferentes partes de la ciudad, por esa razón muchas personas se enfermaron de viruela. Haciéndose pasar por doctor, llegó dando esperanza de que podría curar la epidemia, la gente se le acercó a pedir ayuda. Sònpònná curó a algunos pero a la vez mató a muchos. Obviamente él poseía inmunidad y mientras los otros médicos que intentaban curar a las personas morían, él seguía vivo por eso se le deificó y se le temió en todas partes.
Las personas que mueren de viruela nunca son enterradas por personas ordinarias, sólo los devotos de esta deidad se encargan de esta labor. Los familiares del fallecido deben gastar mucho dinero el cual es entregado al sacerdote de Sònpònná, luego éste envía a sus asistentes por el cadáver.
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Òrìsà Oya
Oya u O'yansa. Orisá femenino, no es la dueña del cementerio como muchos creen, aunque es uno de sus odunes. Representa el aire puro, es uno de los cinco elementos fundamentales, es el río Niger, además es feisita (secretaria) de Olódùmarè y de Òrúnmìlà, es campesina, cazadora muy hábil, sale de cacería con Òde y Òsóòsì, es dulce y terrible a la vez, estuvo cazada con Ògún y la dejó, tuvo un hijo con el llamado Arona, vivió con Òsóòsì y tuvo una hija. Vivió con Olókun y tuvo un hijo que se llamó Èsú Elaketu, vivió con Sàngó con este tuvo a los Ibeyis. Oya tiene una hermana mayor llamada Ayao (Ajao), que es hija de Boromu y Borosia (las corrientes aereas y las corrientes marinas), tiene otra hermana llamada Ayalaketu (tuerta), que vive en el cementerio. Oya es comerciante, dueña de la plaza, aprendió los complejos del comercio en los pueblos y ciudades de Obba Nàni.
Oya es hija de Oye y Afábile, esta última es camino de Obàtálà, la crió Baba Afebile, que es un Obàtálà muy viejo que no se hace y vive en la atmosfera, manteniendo el aire puro para la vida de los hombres por mandato de Olódùmarè, los Arará le llaman Adañe Kurene. Oya es la verdadera dueña de Ogue, los cuales se le entregan a Sàngó en señal de alianza, su Ogue se monta con los tarros de la chiva del asiento de Oya y del chivo de Èsú.
La divinidad Oya, es llamada tambien O'yansa y sus vestidos simbólicos comprenden una corona en que las franjas de perlas le disimulan el rostro. Adorno reservado a los reyes Yorùbás y Nagos, ella lleva un sable y una cola de caballo en signo de dignidad, sus danzas son guerreras, ella imita con sus movimientos las tempestades y los vientos desencadenados, baila también con los brazos extendidos y las manos hacia adelante como si rechazara a los Égún. Entre los Fons es llamada Avesán.
En Dahomey es llamada Adañe Kuruñé que significa corajuda, cadavérica.
Sus principles atributos son sopera pintada de nueve colores (menos el negro), una corona de nueve puntos de la cual caen nueve piezas: Una guataca, un pico, un arco y una flecha, un rayo, una guadaña, un palo, un azadón, un rastrillo y un hacha. Lleva nueve manillas de cobre, piedras y cauries.
Sus collares son: Matipó punzó y marrón con rayas negras y blancas. Para otros, cuentas lilas con rayas amarillas. En otros Iles son negras y blancas (nueve negras y nueve blancas) hasta ser nueve de cada cual.
Aborrece el carnero y constituye tabú para sus seguidores. Oya dejó de comer abo para salvar a los Ibeji, (sus hijos), por eso los hijos de Oya no comen Abo. Oya se unió indisolublemente con Osun y se dice no hay Oya sin Osun ni Osun sin Oya, es decir Oya tonti (acompaña) Osun, Osun tonti Oya.
Además prohibe la calabaza, el aceite de sémola de maíz y a las mujeres, la manipulación de sus atributos cuando están menstruando. Gusta de comidas como el arroz blanco con berenjena y bollos de frijoles de caritas. Sus animales predilectos son las chivas, palomas, gallinas, guineas y codornices, su plato predilecto es el pastel o razupo de frijoles.
En tierras africanas Oya es la diosa del río Níger y la leyenda dice que ella fue una de las esposas de Sàngó y su favorita. Oya decidió poner fin a su vida cuando se sintió desilusionada a consecuencia del ignominioso final de la carrera de su esposo. Esto lo hizo adentrándose en el seno de la tierra en el pueblo de Irá. Constituye un acertijo el hecho de que los Yorùbás llegaran a asociarla a ella con el Níger.
Cuenta un mito que entre todas las esposas de Sàngó sólo Oya decidió acompañarlo en su viaje a Tapa (Nùpe) su casa materna. Fue un largo viaje, pero el valor le falló a Oya en un lugar llamado Irá, su pueblo natal, al que no volvería a ver si mantenía su amor por su esposo y persistía en seguirlo hasta el final. La perspectiva de residir entre extraños, en una tierra extraña, entre gente que hablaba otra lengua y además el dejar a sus padres y su casa para siempre se apoderó tanto de ella que la hizo vacilar y finalmente desistir de su empeño. Por esta decisión Oya se avergonzó y determinó no regresar a Oyó, permaneciendo en Irá. Al enterarse del suicidio de su amado esposo, fue tan duro el golpe que ella también decidió suicidarse. Se le deificó y le pusieron su nombre al río Níger, al cual se le denominó Odo Oya.
A Oya se le atribuyen los tornados y las violentas tormentas que destruyen árboles y derrumban altas torres y casas. Esto representa su disgusto. Dos espadas desenvainadas y los cuernos de un búfalo es Ia imagen que representa a Oya entre los Yorùbás. Sus seguidores se distinguen por un particular collar de cuentas rojas siempre alrededor del cuello.
Existe un mito sobre esta deidad, según el cual, Oya fue un antílope que se transformó en mujer.
Cada cinco días cuando iba al mercado en el pueblo, se quitaba su piel en el bosque y la escondía en un arbusto. Un día Sàngó la encontró en el mercado, le impactó su belleza y la siguió al bosque, vio entonces cuando se puso la piel y se convirtio en un antílope. Al siguiente día de mercado, Sàngó se escondió en el bosque y después que Oya se convirtió en mujer y fue al mercado, tomó la piel, la llevó a su casa y la ocultó en las vigas. Cuando regresó al bosque se encontró a Oya, quien trataba desesperadamente de encontrar la piel. Sàngó la llevó a casa a donde sus otras dos esposas. Òsún y Obba, estas aún no le habían parido ningún hijo. En cambio muy pronto Oya se convirtió en la madre de gemelos. Llenas de celos, las otras dos esposas preocupaban diariamente a Sàngó, preguntándole por el secreto de la nueva mujer ¿De dónde venía? ¿Cuál era su familia? Al final Sàngó cedió. Le dijo a una de sus esposas cómo había encontrado a Oya, haciéndole jurar que guardaría el secreto. Sin embargo, las mujeres comenzaron a cantar una insidiosa y burlona canción: Ella come, ella bebe y su piel cuelga de las vigas.
Oya se excitó mucho al oír estas palabras. En cuanto estuvo sola buscó en las vigas, encontró su piel, se convirtió en antílope y huyó al bosque. Cuando Sàngó regresó la persiguió y trató de hacerla regresar a él. Desafiadora, lo atacó con sus poderosos cuernos, pero Sàngó la aplacó, poniendo un gran recipiente de razupo de frijoles frente a ella. Contenta con el ofrecimiento de su comida favorita. Oya hizo las paces con Sàngó y le dio sus dos cuernos. Cada vez que la necesitaba, sólo tenía que golpear un cuerno contra otro y ella venía en su ayuda.
Cada vez que hay una tormenta fuerte con árboles arrancados de raíz o grandes ramas partidas y los techos de las construcciones arrancados, los yorubas creen que Oya, la esposa de Sàngó, está en acción. Se cree que ella precede o acompaña a su esposo cuando hay una tronada.
Cuando usamos la palabra Ayaba (reina), refirièndonos con respeto a Oya, se piensa que es por ser la esposa de Sàngó. Las mujeres eran muy poderosas en la sociedad Yorùbá, uno de los mejores ejemplos es Oya, quien era màs que una reina y esposa de Sàngó, tambièn gobernaba Irá. La siguente canciòn habla de eso.
Oya dolú,
Ègán ò royin.
Oya dolú,
Ègàn ò royin.
Ègàn ò mò le wí pé kóyin má se dùn o.
Oya dolú,
Ègàn ò royin.
Oya se ha hecho poderosa
La burla no afecta la miel
Oya se ha hecho poderosa
La burla no afecta la miel
La burla no puede evitar que la miel sea dulce.
Oya se ha hecho poderosa
La burla no afecta la miel.
Oya obtuvo el poder por derecho propio. Ella fue una mujer más poderosa que el marido. Estaba casada, tenía hijos, era madre, y era el Òrìsà mas poderoso de todos. Sàngó tenía que buscar la medicina y un antídoto para Oya. Eso es lo que dice la canción que sigue.
Sàngó ti róògùn Oya se,
Sàngó ti róògùn Oya se,
Olúbáñbí, Àfonjá, Ewélére o.
Sàngó ti róògùn Oya se.
Sàngó ha encontrado el antídoto para Oya,
Sàngó ha encontrado el antídoto para Oya,
Olúbáñbí, cuyos otros nombres son, Àfonjá y Ewélére o.
Sàngó ha encontrado el antídoto para Oya.
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